Resiliencia y liderazgo personal
“El sentirnos imperfectos, nos permite ser libres,
flexibles, tolerantes con nosotros mismos y con los demás.
Esto nos ayuda a abrir nuevas puertas,
desaprender y aprender cada día”
Con frecuencia los profesionales que trabajamos gestionando conflictos, bien sea como, abogados, mediadores, responsables de equipos, directores de recursos humanos, en el área de responsabilidad social corporativa, prevención de riesgos o relaciones laborales, entre otros, nos encontramos con situaciones que ponen a prueba nuestra capacidad de resiliencia y liderazgo personal.
Por ello, es importante que nos detengamos un momento, hagamos un “stop” en nuestro ritmo frenético de trabajo, reflexionemos sobre esta situación, nos hagamos consientes y comencemos a fijarnos metas y tomar decisiones, ya que esto nos facilitará el camino para convertirnos en seres resilientes y con liderazgo personal.
Ahora bien y ¿Qué es la Resiliencia? La resiliencia es la capacidad que tenemos las personas frente a la adversidad, para mantenernos en pie, con perseverancia y con una actitud positiva, es decir, la resiliencia nos ayuda a sobreponernos en esos momentos “de desierto” y tomar decisiones que nos ayuden a levantarnos y seguir adelante.
“Para las personas resilientes no existe una vida dura, sino aguas turbulentas que sortear y que llegarán a buen puerto. Tengamos calma y paciencia, que el agua tranquila siempre llega”
¿Qué te parece si practicamos la resiliencia?
Te haré algunas preguntas, las cuales quiero que reflexiones y tomes nota sobre ello:
- ¿Qué haces cuando te sientes enfadado/a? o ¿Triste?
- Cuando las cosas no salen como esperas: ¿Aceptas la emoción o te regodeas en ella? ¿Te paralizas o actúas?
- ¿Te rodeas en ese momento de personas con actitud positiva o negativa?
- En tu historia ¿Eres víctima o responsable? ¿Culpas sólo a las personas de lo ocurrido? o ¿También asumes tu cuota de responsabilidad?
- ¿Qué tipo de afirmaciones utilizas en ese momento? “del tipo” ¡Soy un fracaso! ¡No lo lograré! o al contrario, sabes que es algo transitorio y que saldrás de esa situación
- ¿Qué expectativa colocas en tus objetivos? Si no se cumplen tal cual ¿te sientes frustrado/a? ¿Qué nada vale la pena…? o ¿Aprendes de la experiencia?
Por último, piensa en una situación que te esté generando tensión o que no estés del todo cómodo/a con ello, hazte algunas preguntas tomando en consideración las anteriores y elabora un “plan de acción” para que cuando te ocurran situaciones molestas sepas ¡Qué puedes hacer para no paralizarte! sino ¡Para levantarte, salir adelante y aprender la lección!
Emprendedora Be Global
Consultora, Coach, Mediadora y Escritora